En Diversión obligatoria, el humor se ha roto; la estructura del chiste ha sido alterada; y las palabras, sonidos y movimientos, se han dislocado. En este mundo de sombras, un personaje lucha entre la depresión y la diversión.
Partiendo de una investigación sobre el humor, el título hace referencia al “mandatory fun”, una estrategia que supuestamente mejora el rendimiento de una empresa a partir de actividades que evocan un supuesto estado de diversión entre los trabajadores.
El “mandatory fun” resulta el retrato de una generación deprimida que se mantiene en la autoparodia como estrategia de supervivencia. La nueva era del poshumor en redes entiende la existencia como ridícula y nos da la bienvenida a la nueva dictadura del humor.
Júlia Barbany es una performer y creadora de escenca híbrida que basa su trabajo en el humor y los límites de la performatividad que ella denomina como “blanda”. La plástica y el elemento extraño son partes importantes de su trabajo.
Componente del Colectivo Las Huecas, ha colaborado en diversos proyectos como actriz y ayudante de dirección. Graduada por el Institut del Teatre, también recibe formación en performance en la Universidad de Helsinki. Actualmente es artista residente del Graner centre de creació de dansa i arts vives.
